New Post Blog Slaphv: LA FOTOGRAFÍA, CARACAS DE NOCHE Y EL GRAFITI: UNA REALIDAD ARGUMENTADA

Sobre la mirada y el estilo se ha dicho suficiente. Sobre quien mira y el registro levantado por esa experiencia también. Sin embargo, sobre la trama donde todo esto ocurre nunca encontraremos argumentos suficientes para cerrar un debate. Y el asunto no es que sea difícil llegar a un pacto a través del cual logremos acordar puntos de vista. Es que la idea de fijar un punto de vista, una perspectiva, un panorama absoluto resulta en sí misma una quimera. El problema, no obstante, es anterior a las preguntas por el sujeto que mira: ¿quién busca? ¿Quién registra? ¿Quién interpreta? Por esa razón debemos retrocederlo hacia la profundidad de la siguiente afirmación: eso a lo cual nuestro entendimiento ha llamado realidad —o para los que trabajamos con la imagen: referente de la representación— es, sin duda, un tejido de relaciones en permanente metamorfosis. Esto quiere decir que la realidad no es estable, no es un dominio sólido y nunca está enmarcada en dimensiones definidas. Por lo tanto, una imagen de la realidad no es un registro de la verdad, no es lo que atesoramos de un tiempo pasado, no es un inventario de lo permanente ni la huella soberana de un individuo. Una imagen es todo lo contrario: la imposibilidad de registrar la verdad, de atesorar la certeza de un momento pasado y el rastro indefinible de una persona. Si esto es así, ¿a qué llamamos fotografiar?